Enrico DE NICOLA

Visto por MAMBRU

De frente y De PERFIL

ES un hombre templado en la escuela del Derecho. Nació en 1877 y pertenece a esa generación fantasmal de Giolitti que gobernó Italia en el intermedio de la empresa de Adua y la catástrofe de caporetto. Su liberalismo orgánico ha resistido tales embates simplemente porque la naturaleza humana ofrece límites insospechados.

En 1907 era  consejero comunal en Nápoles (esa capital griega, berberisca, delincuente y poética que desafía a la adversidad). En 1913 y 1914 De Nicola ejercía  el cargo de secretario para las colonias en el gabinete de Giolitti. Un cargo un tanto insubstancial, puesto que las colonias de Italia eran pura ilusión. Si el gabinete residía en Roma, no se vivía ya en un mundo romanizado. De Nicola fue presidente de la Cámara de Diputados desde 1920 a 1923. Ya el condottiere Muzzolinni se había puesto su uniforme de medico de provincia y su surtido de frases a lo  Julio Cesar, ya las camisas negras merodeaban por El Quirinal. De Nicola sintió que operaban en el vacío.

En 1924 de la vida política y consagro sus esfuerzos a las abstracciones de la ley. La caída del régimen fascista lo reintegra fugazmente al gobierno de Italia que preside en junio de 1946. Substraído  a un sueño profundo, al abrir los ojos ya no reconoce a sus contemporáneos, ni sus contemporáneos lo reconocen.

Artículo publicado en el diario El Laborista

Edición de 17 de Junio de 1953 (Pág. 6-7)

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