Johannes HOFFMAN
Visto por MAMBRU
De frente y De PERFIL
EL territorio de Sarre tuvo la desgracia de poseer carbón. Su potente industria metalúrgica debía acarrearle no menores infortunios. Solo 2.500 kilómetros cuadrados metidos como un cáncer entre Francia y Prusia han sido la piedra de toque en las fricciones políticas de los tres últimos cuartos de siglo. Johannes Hoffman conoce algo del asunto. Nació en 1890 y se educo en la Universidad de Innsbruck, en Friburgo y Berlín. Adelantemos que el Sarre es un territorio de lengua alemana, interesante detalle que muchas veces las agencias noticiosas de origen francés olvidan declarar. Hoffman acudió al llamado de los clarines alemanes en la primera guerra mundial y posteriormente ejerció el periodismo en Berlín. Desde 1929 a 1934 dirigió el “Saarbrucker Landeszeitung”, pero se vio obligado a renunciar bajo la presión del gobierno nazi. Dirigente de la Unión Popular Cristiana del Sarre, los vertiginosos acontecimientos de la preguerra que anexaron el territorio del Sarre al III Reich lo hicieron emigrar al principado de Luxemburgo. Recuérdese que el Sarre había sido arrebatado a la nación de origen y confiado a la Sociedad de las Naciones. En 1935 un plebiscito decidió su retorno a Alemania. En 1948, fruto tardío de la victoria aliada, el Sarre fue subordinado económicamente a Francia, que protege con maternal interés sus yacimientos carboníferos y sus interesantes industrias metalúrgicas. Hoffman gobierna desde entonces como el representante de la tendencia conciliadora hacia las potencias aliadas. Naturalmente, Francia es libre-pensadora y no intenta prohibir el idioma alemán ni descastar el territorio del Sarre. Solo le interesa la mineralogía.
Artículo publicado en el Diario El Laborista
Edición del 22 de Mayo de 1953 (Pág. 07)