LA GUERRA ES INEVITABLE, DICE FECHTELER
La Meta de EE.UU. en Medio Oriente Es el Control Petrolífero
Por Victor Almagro
A pesar de que el informe que publicó “Le Monde”, atribuido al almirante Fechteler, fue tildado de apócrifo por el mismo diario en una resonante rectificación son muchas las personas especializadas en política internacional que insisten en sostener su autenticidad. Nuestro colaborador comenta ese informe señalando su trascendencia.
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PARIS.- Después de analizar todos los elementos militares y políticos de la estrategia mediterránea, el almirante Fechteler, se ocupa de su informe del problema petrolífero en el Próximo Oriente. “En el porvenir inmediato- dice- la necesidad de resolver esta cuestión en beneficio de Estados Unidos devendrá uno de nuestros problemas importantes en materia de estrategia política. Ha sido establecida de una vez por toda que una máquina de guerra sin petróleo es inexistente. Así lo prueba el ejemplo de Alemania en la última guerra, cuya falta de petróleo llevo a sus fuerzas armadas al punto muerto y la rendición sin condiciones que le siguió”. El almirante considera que si el petróleo fuera obtenido de un amigo árabe, esto constituiría “Una condición ideal para el revitullamiento en tiempos de guerra”. Sería juicioso reservar el petróleo norteamericano en el frente asiático y utilizar el petróleo iranio, egipcio, iraniano para las divisiones blindadas comprometidas en el Medio Oriente, lo mismo que para la flota apoyada en el África del Norte y las bases aéreas de Marruecos y Libia. Fechteler reconoce en su informe que “existe una rivalidad constante entre los intereses petrolíferos británicos, norteamericanos y soviéticos en el Medio Oriente”. En realidad la rivalidad se manifiesta sobre todo entre los dos poderosos aliados anglo-sajones, cuyo viejo litigio entre la Standard y la Royal Ducht (anglo-holandesa), aun les obliga a mostrarse los dientes. Esto le permite decir a Fechteler que “los Estados Unidos se encontraría militarmente en una situación mejor si dispusieran de la rica fuente de petróleo del Medio Oriente”. De una manera directa, el jefe de Operaciones Navales de Estados Unidos reclama para su país el privilegio de disponer de las riquezas naturales del pueblo árabe, hasta hoy usufructuadas por Gran Bretaña. El traspaso de la herencia colonial inglesa a manos de su temible aliado no ofrece lugar a dudas.
Hacia la guerra total
Como muy bien lo dice el almirante “la guerra total exige siempre el control de los recursos raros”: es una buena oportunidad para que el imperialismo yanqui extienda su influencia en todos los teatros posibles de un conflicto. El planeta entero ha llegado a ser de importancia estratégica para Estados Unidos, sino en el plano militar, por lo menos en la esfera de la penetración económica y política. Esto último es lo que esencialmente importa a los negociantes en cuyo interés principal se dicta la política exterior norteamericana. En último análisis, las concepciones estratégicas de Fechteler constituyen la instrumentación de la conquista del mundo, en una escala mucho mayor que el programa de Hitler.
La interdependencia entre los negocios y la política en Estados Unidos no necesita ya demostración. El escándalo producido por la inesperada publicación del informe Fechteler, mediante la diligente intervención del espionaje británico, no ofrece en general ningún tipo de sorpresa, pues es simplemente la generalización de los objetivos norteamericanos ya conocidos. Las divergencias entre Gran Bretaña y el gobierno de Washington, no terminaran aquí.
Los problemas grandiosos que una futura guerra planteará a la humanidad, arrastrarán en su aluvión a muchos planes estratégicos: un hombre propone y muchos hombres disponen.
Artículo publicado en el Diario Democracia
Edición del Sábado 7 de Junio de 1952 Pág. 1