Carta a mamá…

Adrogué, Agosto 1º de 1949

Mamá, papá y tía Elisa

Muy queridos Míos:

               La vida, (Shakespeare en “Macbeth”) parece a veces el relato de un idiota del que se percibe sólo el rumor de las palabras inconexas. Pero la vida es hermosa: ya Villiers de l´Isle Adams el siniestro romántico hubo de reconocerlo: “Es bueno haber venido una vez aquí”. Se refería al mundo. Basta echar una mirada a un puñado de arboles verdes, a un chico recién nacido, a una buena revolución, para coincidir en que era bueno “haber venido una vez”. Como ustedes son los grandes responsables, a ustedes debo agradecer el maravilloso presente. Y si las palabras fueran algo mas que un limitado producto de nuestros instintos más remotos, podría quizá expresar mi alegría por tenerlos a ustedes de causas primeras. A veces, como en una noche a la luz de un relámpago, uno descubre cosas inauditas que tuvo a su alcance siempre, pero demasiado cerca para discernir su prodigio, su calor, su perennidad. Al evocarlos ahora, a ustedes tres, en esta “soledad atareada” que reclamó Voltaire, los veo por primera vez y los descubro míos. Y como ustedes son un tesoro fabulosamente variado, que no esta en el fondo del mar y puedo abrazar cuando deseo, quiero declararles ahora mi alegría por la irremplazable riqueza única que me ha tocado en suerte. Así los ve, fulgurante y repentinamente, este imposible hijo.

Jorge

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