MALAN LLEGO TARDE
En Sudáfrica los Negros Deben Vivir Fuera de sus Propias Ciudades
Por Victor Almagro
EXCLUSIVO
PARIS.- A pesar del pobre triunfo del doctor Malan en las elecciones de África del Sur, el partido nacionalista ha demostrado su firme resolución a prescindir totalmente de la oposición. El partido unificado proinglés ha acudido a la Suprema Corte que fue desautorizada por el gobierno. La situación de crisis constitucional amenazó al país en momentos en que debía festejarse el tricentenario del arribo de los Holandeses al Continente. Las querellas políticas de las dos fracciones blancas cedieron lugar a una tregua para la realización del gran Festival, que permitió al partido nacionalista exhibir el “triunfo” de la civilización holandesa.
Invitados de todos los países blancos que colaboraron en esta tarea “civilizadora”, asistieron a esta gran fiesta de los blancos en el Continente Negro. La ciudad del Cabo se disfrazó de holandesa y miles de jóvenes rubios hicieron ejercicios físicos y simbolismos teatrales.
Tres mil ochocientos bailarines compusieron las banderas de la Unión Africana bajo la tibia noche iluminada con potentes reflectores y el gran organizador del espectáculo declaró que “ el estado salvaje de hace trescientos años ha dado lugar hoy a un nivel de civilización del que nadie en este país se puede sentir avergonzado”.
Los visitantes periodistas, entre ellos, recorrieron millares de kilómetros en avión, trenes y autos, descansando en hoteles de primera categoría y atendidos con una exquisitez que envidiarían algunos países europeos “¡Esta es Sud África!”, decía la voz de los acompañantes solícitos, pero más de un observador se limitó a admirar la organización turística.
• Detrás de las bambalinas
Terminada la fiesta el gobierno del Dr. Malan ajustó nuevamente los resortes de su gobierno y mantuvo la medida de `‘apartheid” por la cual los 10 millones de negros siguen viviendo fuera de las ciudades a las órdenes de los propietarios rurales en calidad de siervos (“menores de edad”, según la constitución). El partido unificado tan racista como el gobierno pero necesitado de obra en las ciudades toma la bandera de la beneficencia. Los mestizos apoyan a la oposición, pero el doctor Malan tiene a puño duro “Nosotros no seremos tan débiles como las otras naciones europeas” declara este aspirante a dictador. Fiel representante de los vigorosos holandeses que fueron vencidos a la guerra de 1os boers, este partido de partido de terratenientes adheridos a sus posesiones está dispuesto a una nueva guerra antes de perder la mano de obra esclava que es el fundamento de su podes. Pero mientras el 20 por ciento de la población total (dos millones de blancos) discuten el porvenir de los 10 millones de hombres de color que ansían llegar a las ciudades y transformarse en obreros como una liberación, se gestan nuevos partidos políticos en la Unión Sudafricana que gracias a los trescientos años de dominio europeo conoce todos los matices de la explotación. El porvenir de Sudáfrica, consideran los observadores, no quedará en manos de minorías exclusivas, por mas blancas que sean. El doctor Malan ha llegado tarde a la escena.
Articulo publicado en el Diario Democracia
Edición del sábado 19 de julio de 1952 (Pág. 1)