CHISPAS DE NEUTRALIDAD
Francia Se Resiste a Ser Escenario de la Tercera Conflagración Mundial
Por Victor Almagro
EXCLUSIVO
PARIS. – Las calles de París han sido testigos de violentas luchas. La llegada del general Ridgway ha provocado incidentes más graves que los de 1934. A pesar de que el Paris de las barricadas de 1848 es hoy la capital de los grandes boulevares y que los medios técnicos de control gubernativo llegan a la radio, a los gases o a los carros blindados, miles de comunistas han realizado con 1a policía y los guardias móviles escaramuzas de guerra civil. Los acontecimientos desbordaron sin duda las previsiones de los dirigentes stalinistas. El gobierno francés parece dispuesto a reprimir abiertamente la actividad del partido comunista, que hostiliza todos los días la política norteamericana en Francia y sus tropas de ocupación. Desde cierto punto de vista. Duclós y otros burócratas verían con alivio un decreto o .ilegalidad dictado contra ellos: al mismo tiempo que esa medida conservaría su prestigio ante la clase obrera, la ilegalidad le permitiría lavarse las manos de todas las responsabilidades políticas de la hora, que los dirigentes stalinistas temen. En el fondo Moscú no desea una revolución en Francia, sino simplemente usar a la clase obrera francesa como un instrumento de chantaje político frente a los Estados Unidos. Moscú aspira a la “coexistencia pacífica”… Pero los norteamericanos y el gobierno francés están en otro camino y saben que la clase trabajadora quizás no se detenga en el límite marcado por sus dirigentes comunistas. Desde este ángulo, el realismo está del lado de los norteamericanos. Por otra parte, los viejos políticos radical-socialistas, expertos en la conducción gubernativa de Francia y desplazados de las soluciones decisivas por el hundimiento de ese partido, continúan reflejando a veces el sentimiento de independencia de que hizo ostentación la clase dominante francesa en pasadas épocas de bonanza.
El Congreso radical-socialista
Sin perder de vista que el destino de la Francia oficial está ligado a la marcha de Estados Unidos, -Herriot y Daladier han expresado en su congreso algunas ideas que manifiestan bien a las claras los temores profundos que los círculos privilegiados de ese país abrigan frente al espectro de una posible guerra mundial. Los radicales no desean que Francia sea un nuevo campo de batalla. A1 oponerse a la formación del ejército alemán Daladier se refirió a los peligros que esta fuerza puede entrañar en el futuro para Francia. De acuerdo al pensamiento de este político, los riesgos de la formación de un nuevo ejército alemán pueden equipararse a los riesgos del ejército rojo. En cualquiera de los dos casos, Francia peligra. Este pensamiento que con distintos matices comparten numerosos grupos políticos de Francia, introduce amenazadoras fisuras en la llamada “comunidad europea”. A medida que corren los días, esta “comunidad” parece menos homogénea que nunca. Por su parte el antiguo presidente del Consejo Edouard Herriot se dirigió abiertamente a los norteamericanos, formulando una advertencia significativa: “Quiero admitir, dijo, que si nosotros nos encontráramos en el infortunio, ustedes vendrían a nuestro lado, pero reflexionando en lo que sería una tercera guerra mundial. Ustedes vendrían en nuestro socorro, pero, en el intervalo Francia estaría muerta, cubierta de ruinas y de cadáveres. Vosotros no tenéis el derecho como americanos, como demócratas y como hombres de exponer nuestro país a este peligro mortal”. Herriot recibió una ovación. “No tenéis el derecho…”. Son palabras de jurista. En el origen el derecho fue la fuerza. En nuestros días también. El llamado de Herriot permanecerá cuidadosamente registrado en las actas del partido radical. La historia seguirá su curso sin mirar los archivos.
Articulo Publicado en el Diario Democracia
Edición del Lunes 16 de Junio de 1952 Pág. 1