A Abelardo Ramos por Ceferino L. Maestù
Querido amigo:
No sé si tendrá Vd. noticias mías por mediación de mi buen amigo Armando Puente en Buenos Aires. Soy un entusiasta lector de su obra “América Latina: un país”. No puede Vd. figurarse la atención con la que he leído y con que la han leído todos mis numerosos amigos que en esta tierra viven preocupados por los grandes problemas que en el mundo hispanoamericano o “Latinoamericano”, como Vd. gusta llamarle, están planteados.
Esta breve presentación anterior habrá podido parecerle como el discurso de alguien que quiere darse a conocer y ser simpático. Nada de esto. Con toda sinceridad he de decirle que es verdad. Si bien, me separan de Vd. una concepción total de la vida, diferente, estoy de acuerdo en la interpretación de gran cantidad de acontecimientos de la vida y la historia iberoamericana y de sus soluciones futuras. Creo con Vd. de que el mundo está necesitado de una gran revolución que suprima cantidades ingentes de injusticias y construya las bases para “el orden nuevo”. Creo, con Vd., que los pueblos hispanoamericanos constituyen una gran nación truncada y una esperanza de superación futura. Creo que esta revolución no podrán hacerla muchos de los “pequeños burgueses” que se ven limitados por mil ataduras mientras gritan desaforadamente su falso revolucionarismo. Creo que son las minorías universitarias de auténticos revolucionarios probados, al frente de las masas trabajadoras limpias de nacionalismos a ultranza y sin participación con el orden social presente, los que deben realizar esa gran tarea de construir el orden del futuro.
Yo soy católico sin limitaciones ñoñas ni clericaloides burguesas. Siento una profunda admiración por la figura de León Trotsky y por los revolucionarios españoles que siguieron sus teorías de este gran hombre trágicamente asesinado en México. Les valoro como auténticos revolucionarios, como tipos humanos adecuados a las exigencias del presente y del futuro, pero rechazo la interpretación de la vida que ellos sostienen.
Me gustaría poder conversar epistolarmente con Vd. de muchos y muy diversos problemas así como conocer todas las producciones de su pensamiento en revistas, folletos y libros.
En esta Asociación Cultural Iberoamericana di, hace unos días, una conferencia sobre su libro “América Latina: un país”. En esta semana damos comienzo a una serie de conferencias sobre tres libros: “Stalin”, de León Trotsky; “Hacia la segunda revolución”, de Joaquín Mauri y “América Latina: un país”.
Le saluda atentamente y en espera de sus noticias le envió mis expresiones de amistad y camaderia revolucionaria,
Fdo. Ceferino L. Maestù